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2 de agosto de 2016

Levantamuertos

Mientras que por un lado tenemos quejas de que la industria del cine mexicano sufre como nunca en su existencia y por otro tenemos datos de que en México se gusta y se puede disfrutar del cine a precios increíblemente accesibles, es interesante el ver que hay una ausencia casi total de películas mexicanas en cartelera o en cineteca, siendo una de las pocas excepciones la cinta Levantamuertos, la cual tras su recorrido festivalero finalmente tiene un recorrido para audiencias menos especializadas.



Iván (Daniel Galo) es uno de esos raros adultos jóvenes que tiene un trabajo decente y le echa ganas a la vida. Trabaja en el Servicio Médico Forense de lo que es el título de la película. Su vida transcurre normal excepto por el hecho de que extraña a su hermano, fallecido tiempo atrás. Por azares del destino conoce a Rosa (Sofía Felíx), quien conoció a su hermano y con quien desarrolla una extraña relación que lo lleva a replantearse su existencia, pero que curiosamente el detonante del cambio que tendrá su vida viene cuando un nuevo Homie entra en su vida.

Al dar seguimiento a la vida y labores de Iván es que conocemos una realidad también ajena a la mayoría de las cintas regulares. De entrada, la película ocurre en Mexicali (por que no todo es la CDMX o los ranchitos mágicos) y damos seguimiento a un personaje que no tiene una vida deprimente, no fue violado de chiquito ni mucho menos tiene instintos oscuros que lo harán ser víctima o victimario. Simplemente es una persona normal con un trabajo inusual. Los choques de realidad se dan en su encuentro con sus clientes (desde un viejito que tomó demasiadas vitaminas azules en un motel del centro hasta la víctima de un choque de calor en pleno rancho). Mientras que el personaje da para ofrecer un mosaico interesante del entorno que encontramos en la realidad, se pierde un poco en el desarrollo.

El drama principal es la ausencia de un hermano que falleció tiempo atrás. En una noche de copas Iván se encuentra con Rosa quien conocía a su hermano y con quien inicia una relación peculiar. En el clímax de la misma es que se da una situación que torna la existencia de Iván “patas pa’ arriba” y se ve envuelto en lo que parece ser un crimen pasional. La culpa lo persigue y la búsqueda de redención es una constante mientras está preocupado ya que la siguiente llamada de su trabajo puede llevarlo a recoger los resultados de algo que no recuerda. Si la historia hubiera terminado con la resolución de ese conflicto, sería algo simplemente brillante aunque no da para un largometraje. A pesar de esto Miguel Nuñez, director y guionista de la obra continua explorando algunos elementos narrativos que se establecen, pero que carecen de intensidad o de brillo, a pesar de que introduce personajes que ayudan a dar mayor divertimento a la trama.

Mientras que grandes cintas en donde el humor y la muerte se combinan, tales como Cinco Días sin Nora o Morirse en Domingo, Levantamuertos no alcanza a llegar a esos niveles. Sin embargo ofrece una propuesta fresca gracias al manejo de humor circunstancial que se presenta de una manera tan casual que es agradable, esto apoyado por el carisma de sus personajes.


Dirección y Guión: Miguel Nuñez
Basado en “Amor Otro” de Ángel Norzagaray
Producción: Yolanda Osuna, Miguel Nuñez
Fotografía: Evan Phan
Dirección de Arte: Heroberto Castro y Marcela Rubalcaba
Música Original: Luis Felipe López y Dante Ojeda
Edición: Lorraine Kirsten

4 comentarios:

Hard Pop dijo...

"Ranchitos mágicos" jajajaja, ya quisieras vivir en uno...wait a minute :P

Saludos, Dan.

Dan Campos dijo...

Todos somos Ranchitos Mágicos. :p

Joel Meza dijo...

Qué te pasa, ¡si Mexicali es El Ranchito Mágico!

Dan Campos dijo...

Pero es Mágico-Cómico-Musical. ¡Más mejor!

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