Una pareja gringa, de esas privilegiadas, en donde Maggie es una escritora que no encuentra inspiración para su novela ya que "es imposible hacerlo en medio de la maquinaria capitalista", y su esposo Jesse, es un "cineasta experimentalista" cuyos videos han sido vistos en grandes festivales como... su perfil de Vimeo, deciden que lo mejor que pueden hacer es ir en medio de la nada en otro país, y gracias a la magia de Airbnb encuentran una casa en medio de Las Cañadas, Jalisco, para ese retiro creativo que tanto necesitan. El llegar, conocerán la gente del pueblo, y empezarán las situaciones que los podrían llevar enredo tras enredo a meterse con quien no deberían hacerlo, para tener finales casi casi de telenovela.
Creo que no me había reído tanto con una película mexicana festivalera en mi vida. La obra, como película no necesariamente funciona del todo, siendo más larga de lo necesario, sin embargo, cuenta con suficiente ingenio como para sobrepasar estos detalles y crearnos un reflejo de visiones de tiempos y personas mejores.
La estética de la cinta, más cercana al video casero de antaño, gracias al manejo de imagen en formato 4X3 (cuadradito), frecuencia de cuadros o incluso la inclusión de efectos más cercanos a videohomes de los 90's, ayudan a explotar la riqueza menospreciada de la producción nacional y la adecuán a una cinta enfocada a "públicos más respetables", más cercanos a la división en capítulos o metanarrativas más cercanas a autores hipsteriles como el mismo Wes Anderson que a obras de los Almada.
El juego de improvisaciones es muy divertido ya que al caer en regionalismos, que van desde el "mexicano que busca sacarle varito y aprovecharse del gringuito", pasando por la siempre presente influencia del narco en ciertas comunidades, y llegando incluso a clichés melodramáticos telenoveleros, dan una mezcla que en teoría no debería de funcionar. Si a esto le agregamos que es resultado de un experimento pandémico, en donde actores y miembros del crew se encerraron en un rancho a grabar mientras padecíamos este evento que nos llevó al aislamiento, daría para cosas más depresivas, pero aquí es exactamente lo contrario.
Las combinaciones de buenas actuaciones (Naian siempre genial), con clichés narrativos cercanos a novela erótica femenina (que es a donde va a caer su propia narrativa), y como se entremezcla con la realidad del pueblo y las malas actuaciones para la ficción que está siendo grabada por su esposo, el pobre y menospresiado Jesse, contrastan creando explosiones de sinsentidos tremendamente divertidas. Todo eso para que al final tengamos una obra mas Avant Garde que la obra de Godard, y que culmina con "un western, pero expresionista" como resultado de todas las piezas combinadas.
La cinta se presentó el domingo 9 en la Cineteca FICG, y se podrá ver este lunes en Cinépolis VIP Midtown acá en Guadalajara.
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