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20 de abril de 2014

The Amazing Spider-Man 2

Regresa el arácnido favorito de todos a la pantalla grande y en esta ocasión trae consigo un show de efectos harto impresionantes. ¿Está en posición de superar la trilogía original de Sam Raimi o es simplemente la máquina hace dinero que Sony necesita?

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En esta ocasión Peter Parker (Andrew Garfield) está a punto de terminar la prepa. Mientras combate el crimen con sus mayitas debe de lidiar con problemas más cotidianos como llegar a tiempo a su graduación, ayudarle con el gasto a su tía (Sally Field) o no quedar mal con su adorable noviecita Gwen (Ema Stone). Como eso no es suficiente para hacer una película de dos horas es que el emporio maldito de los ejecutivos de Sony decide que deben hacerlo confrontar con el show de luces llamado Electro (encarnado por Jamie Foxx) y como todos sabemos, mientras más tipos malos, mejor es la película, pues hay que echarle montón con villanos reventones disfrazados de rinocerontes mecánicos o de skateboarders voladores verdes.  ¿Y el drama personal y humano del personaje? Si hay tiempo, también lo agregamos.

Las películas de los personajes de Marvel Comics han sido usualmente exitosas, pero no siempre se les vio como negocio. Mientras que las franquicias han estado divididas entre las de Fox (Wolverine y sus Asombrosos amigos X y los Cuatro Fantásticos), la propia Marvel (Los Vengadores y las licencias que nadie más quiso, incluyendo la del árbol de Júmex y su ardilla) Sony fue quien mejor llegó a aprovechar la licencia con la saga original del Hombre Araña. Mientras se preparaba una cuarta entrega y tras ver el desastre narrativo que fue la tercera, se deja descansar el proyecto hasta que a alguien se le ocurrió revisar y se dio cuenta que si no sacaban una película de Spidey cada cierto tiempo, los derechos regresaban a Marvel. Esto obligó al estudio a reiniciar la franquicia con un enfoque diferente. Desafortunadamente parece que las siguientes películas se basan más en decisiones económicas que narrativas.



Marc Webb hizo un trabajo decente con la primera cinta, aunque se notaba tasajeada, cosa que ocurrió después de un screening en el cual directivos y demás personas de influencia decidieron cambiar el enfoque a la cinta sin volver a grabar muchas escenas más. Básicamente fue la novatada para Webb quien hacía su primer película de gran presupuesto tras el éxito de 500 days of Summer. En teoría esto no volvería a pasar en la segunda entrega y menos considerando que se le contrató para una trilogía, ya que a pesar de sus defectos, mostró que todavía se podría ordeñar dinero a la vaca araña. O al menos eso quería creer.

La cinta no es buena. No es mala, tampoco. Tiene varios momentos memorables, enfocados principalmente en los efectos visuales o en la tremenda química que tienen Garfield y Ema, sin embargo la cinta es mediocre y se siente parchada.

El villano principal, Foxx Dillon (¿vieron lo que hice ahí?) tiene los elementos más básicos para hacerlo… ¿creíble? Mientras que en el comic solo era un ladrón de poca monta que pisaba unos cables y con eso adquiría poderes eléctricos, en esta ocasión se trata de forzar su origen con Oscorp, la empresa de Norman Osborn responsable de, entre otras cosas, hacer experimentos genéticos como el que activaron los poderes de Spidey. Cabe destacar que la mayor parte del éxito de Oscorp se basa en los accidentes, por lo cual me imagino deben de tener las puertas abiertas de sus instalaciones para que quien pase, accidentalmente se vuelva o héroe o villano. Max es un ingeniero al que nadie pela, excepto Spidey en una ocasión en que salva su vida. Cuando adquiere los poderes y se percata que ni su sorprendete dizque amigo lo tomaba en serio, se enoja, hace berrinche y se hace malo de malolandia. Era eso o volverse figura política de la izquierda mexicana. El problema es que al no tener una relación directa con la vida personal de Spidey, se sintió la necesidad de desarrollar (o mejor dicho, forzar) otra historia en la que Harry Osborn, amigo de la infancia de Peter, regresa a escena y padece una enfermedad de la que cree se podrá librar si posee la sangre de Spidey. ¿Por qué? Porque así surgió el experimento arácnido. Todos sabemos que si te muerde una araña radioactiva adquieres sus habilidades, como ¿regenerar tu cuerpo? Yo creí que solo era aventar telaraña por el trasero.



Gracias a la cantidad absurda de tráilers que hubo de la cinta (diametralmente opuesta a la más reciente apuesta de los X-Men, por parte de Fox) es que casi habíamos visto una cuarta parte de la película.  En la película Aleksei Sytsevich (Rhino) aparece al principio, como villano de relleno, y todo hubiera sido genial, pero luego deciden que vuelva a aparecer casi innecesariamente al final. Lo mismo ocurre con Harry Osborn, quien al parecer debe de forzarse para cumplir su misión de malo sin justificación creíble y darle un golpe a la vida personal de nuestro héroe, de quien es capaz de deducir su doble identidad en un momento climático, solo con verlo. Y así vamos con parche tras parche, un villano reventón con otro villano reventón con otro villano de relleno, para luego tener el previo de que se nos vienen más villanos de malolandia para una tercera entrega, solo para explotar la franquicia.

Webb demostró ser muy hábil haciendo de Peter un personaje agradable. No es el cliché del ñoño que nadie quiere en la prepa y además tiene tremenda novia. Es divertido y logra empatía con la gente, con y sin la máscara. Además, las escenas de acción son de lo mejor que se ha hecho este año, especialmente para aquellos traumados que odian los cortes rápidos y prefieren la cámara lenta (aunque odian a Zack Snyder cuando la usa). Con esta combinación, seguro saldría una joya, ¿verdad? Tristemente no fue así. El ritmo está mal manejado y las escenas de drama adolescente se sienten pesadas y provocan sonoros bostezos.  Después hay guiños que serán atractivos a los comiqueros (tenemos al creador de los Spider Slayers, además de cosas más directas como los tentáculos del Doc Ock o las alas del Buitre) pero que no aportan nada de peso a una historia que se siente parchada. Oh, cierto, hay que desarrollar la obsesión de Peter por saber que pasó con sus padres que lo abandonaron. Batman es popular y tiene una guarida secreta así que ¡démosle una guarida secreta increíble a su padre! El cual también tenía suficiente dinero para contratar un jet privado para escapar cuando fuera perseguido, pero que no les dejó para el gasto a los tíos de Peter.  Este tipo de elementos se vuelven molestos en el contexto de la historia. Claro, suenan bien como ideas, pero no como parte de la trama.

Mientras los marvelitas defienden a sus héroes diciendo que al menos están ubicados en el mundo real, como Nueva York en este caso, la realidad es que su mundo se siente artificial. No importa si hay una secuencia de choces automovilísticos masiva, mientras Peter salve a una persona, podemos asumir que los demás vehículos estaban vacíos y no necesitaban rescate aun cuando los vemos volar por los cielos. Lo mismo pasa si va a haber el elemento artificial en el que una ciudad carece de control aéreo. ¿Cuántos aviones sobrevuelan al mismo tiempo? No importa, mientras se salven los dos que van a chocar. Si queremos aplicar la misma licencia al Hombre de Acero nos tacharán de locos, ya que Superman debe de salvar a todos, aun cuando esté del otro lado del mundo y los malos sean los que estén ocasionando destrozos.



The Amazing Spider-Man 2 tenía suficientes elementos como para hacer dos películas. Si tan solo se hubieran enfocado en el villano principal y dejar a los secundarios como lo que son, pero desarrollándolos para tener un papel importante en la tercera entrega, hubiera funcionado mucho mejor. Pero no, parece que Alex Kurtzman, Roberto Orci, Jeff Pinkner y James Vandervilt querían meter todas sus ideas en una sola cinta. En vez de salirles un Star Trek les salió un Transformers 3 con esa combinación.

¿La cinta es mala? No tanto, pero no es algo que recomendaría. La anterior es mejor a pesar de haber sido tasajeada por el estudio, o al menos podíamos culparlos a ellos por sus deficiencias. Si quieren espectacularidad visual, tendrán el ya mencionado show de luces. Simplemente  no le pongan atención a la historia o a los defectos de la misma.

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